¿Cuándo ir al psicólogo?

Empezaré contándoles que la psicología es una ciencia que nace por la necesidad de comprender, explicar y modificar el comportamiento humano. Es hija de la filosofía y la medicina, y se perfeccionó como ciencia al introducir instrumentos y técnicas; los profesionales de la salud mental dejaron de confiar sólo en su intuición y su propia experiencia, y comenzaron a reunir información a través de observaciones sistemáticas y experimentos controlados, para impartir así una salud calidad a quienes reciben su asistencia.

A los psicólogos, éste perfeccionamiento nos sirve para ayudar y orientar a las personas que se encuentran, tanto atravesando situaciones muy difíciles, como para aquellas que sin tener ninguna dificultad en particular, tienen que enfrentarse, como todos, a la vida diaria con sus preocupaciones, conflictos, retos, manejo de emociones, relaciones, etc. Es decir, la psicología nos puede servir a todos para manejarnos en la vida de una forma más eficaz y feliz, pasemos por serios problemas o no.

Ir al psicólogo es una decisión que cuesta tomar. En mi caso, cuando empecé a estudiar la carrera me di cuenta que lo necesitaba y decidí asistir. Pero como no todos estudian psicología, se preguntarán –¿cuándo debo asistir al psicólogo?

He escuchado y me ha gustado ésta recomendación: «Deberíamos ir al psicólogo de la misma manera en que vamos al médico o al dentista»

Cuando algo nos duele
Para una revisión y limpieza

Pero, ¿dónde duelen los problemas?

Salud	Úlceras Migrañas Gastritis Problemas de alimentación Ejercicio Problemas de Sueño
Social	Ansiedad social Tristeza recurrente Anhedonia Apatía Dificultad en habilidades comunicativas y de interacción social
Laboral	Rendimiento laboral Procrastinación Miedo al fracaso Disminución de la productividad

A veces empezamos a experimentar una serie de síntomas y signos sin encontrarle explicación alguna. ¿Por qué me siento triste si lo tengo todo? ¿ Por qué desconfío de mi pareja?, ¿ por qué peleo tanto con mi mamá? ¿por qué me cuesta dormir?, ¿por qué me duele la cabeza o siento ardezon en el estómago si no estoy enfermo?. La salud mental encierra muchas respuestas para éstas preguntas y brinda un alivio duradero y real para el malestar.

Con la mayor frecuencia posible pero al menos dos veces al año, comentar con un profesional nuestras preocupaciones, nos permite realizar una observación objetiva de cómo estamos llevando nuestra vida, si estamos autorealizándonos, qué es lo que nos está estancando y realizar una detección y abordaje tempranos para lograr una vida mejor. La mayoria de las personas espera años, o un acontecimiento con connotación emocional muy fuerte, para acudir a consulta y preocuparse por su bienestar.

En cuanto a la limpieza, los psicólogos nos dan pautas para cuidar nuestra salud mental, estrategias de afrontamiento para el estrés, la ansiedad, o para hacerle frente a las dificultades. La sensación de limpieza emocional puede compararse con la frescura de una limpieza bucal.

Existen muchos psicólogos y con ellos variedad de especialidades, técnicas, estilos y corrientes para llevar la terapia. No te desanimes si quizá asististe a uno y no resultó como esperabas. Introdúcete en el auto conocimiento y date la oportunidad de descubrir el maravilloso mundo que trae la psicoterapia. Realmente vale la pena.